Día Internacional de la Mujer: Igualdad de género hoy para un mañana sostenible

  • Casi 113 millones de mujeres de entre 25 y 54 años, con parejas y niños y niñas pequeños fueron expulsadas de la fuerza laboral en 2020.

(Nueva York, 8 de marzo)— La promoción de la igualdad de género dentro del contexto de la crisis climática y la reducción del riesgo de desastres es uno de los obstáculos más grandes del siglo XXI. El tema del Día Internacional de la Mujer de este año (8 de marzo), “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible”, explora el modo en que las mujeres y las niñas lideran los esfuerzos de respuesta, mitigación y adaptación al cambio climático en todo el mundo para construir un futuro más sostenible para todas las personas.

En la celebración oficial de las Naciones Unidas del Día Internacional de la Mujer, el Secretario General, António Guterres, destacó la importancia del rol de las mujeres y las niñas en la lucha contra el cambio climático.

“Necesitamos más mujeres ministras de Medio Ambiente, líderes de empresas, presidentas y primeras ministras. Ellas pueden hacer que los países hagan frente a la crisis climática, desarrollen empleos verdes y construyan un mundo más justo y sostenible. No podemos terminar de atravesar esta pandemia con tan pocos avances en materia de igualdad de género”. 

Cada vez se reconoce más la vulnerabilidad de las mujeres frente a los efectos del cambio climático en comparación con los hombres, ya que conforman la mayoría de pobres en el mundo y son quienes más dependen de los recursos naturales —los más afectados por el cambio climático, también. No obstante, más allá de la evidencia cada vez mayor, sigue habiendo renuencia al momento de establecer correspondencias clave entre el género, la igualdad social y el cambio climático.  Al mismo tiempo, el avance hacia un mundo con más igualdad de género se vio obstruido por crisis múltiples, interrelacionadas y agravantes, cuyo factor más reciente recae en las continuas hostilidades hacia Ucrania.  Cualquiera sea la crisis, se trate de conflictos o del clima, las mujeres y las niñas sufren su efecto en primer lugar y en mayor medida. Sin igualdad de género hoy, un futuro sostenible y equitativo sigue estando fuera de nuestro alcance.

“Hemos observado los efectos de la COVID-19: desigualdad creciente; más pobreza y violencia contra mujeres y niñas; retrocesos en los avances en cuanto al empleo, la salud y la educación.  La crisis por el cambio climático se acelera. La degradación ambiental y el perjuicio a los derechos y el bienestar de las mujeres y las niñas es desproporcional”, señaló la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous. “Hoy tenemos la oportunidad de poner a las mujeres y a las niñas en el centro de nuestra planificación y acción, y podemos integrar la perspectiva de género a las leyes y políticas nacionales e internacionales.  Tenemos la oportunidad de repensar, reenmarcar y reasignar recursos. Tenemos la oportunidad de beneficiarnos del liderazgo de mujeres y niñas defensoras del medio ambiente y activistas climáticas para que nos guíen en la preservación de nuestro planeta. El cambio climático es un multiplicador de amenazas. Pero las mujeres, en especial las mujeres jóvenes, son multiplicadoras de soluciones”.

La pandemia de COVID-19 dejó al descubierto que las mujeres y las niñas soportan el peso de los efectos económicos y sociales con una gran desigualdad, y que ello perjudica aún más su capacidad para sostenerse frente a los efectos de las crisis climáticas y ambientales. Las presiones de equilibrar la vida laboral y doméstica ante el cierre de escuelas y las pérdidas de trabajo en sectores feminizados ocasionó que aún menos mujeres sean parte de la fuerza laboral. Casi 113 millones de mujeres de entre 25 y 54 años, con parejas y niños y niñas pequeños fueron expulsadas de la fuerza laboral en 2020.

El cambio climático también genera una mayor vulnerabilidad a la violencia de género. En todo el mundo, las mujeres cargan con la responsabilidad desigual de proveer alimento, agua y combustible. Todas estas tareas requieren más tiempo y son más difíciles a causa del cambio climático. La escasez de recursos y la necesidad de desplazarse más lejos para obtenerlos puede exponer más a las mujeres a la violencia y aumentar los factores de riesgo vinculados a la trata de personas, el matrimonio infantil o el acceso a recursos para la protección frente a la violencia de género. 

Las mujeres y las niñas están generando acciones en pos del clima y el medio ambiente en todos los niveles, pero su voz, su autonomía y su participación cuentan con poco apoyo, recursos, reconocimiento y valoración.

Para lograr un desarrollo sostenible real y una mayor igualdad de género, es fundamental seguir evaluando las oportunidades y los obstáculos en el camino del empoderamiento de las mujeres y niñas, a fin de que estas puedan tener poder de acción e igualdad en la toma de decisiones vinculadas al cambio climático y la sostenibilidad. Las soluciones propuestas en relación con las políticas y los programas en materia de clima, medio ambiente y reducción del riesgo de desastres deben tener perspectiva de género; además, deben promover y proteger a las defensoras de los derechos humanos ambientales de las mujeres; deben generar la resiliencia de las mujeres y las niñas y sus organizaciones; deben fortalecer la prevención, la respuesta y la recuperación de violencia sexual y de  género; y mejorar e invertir en estadísticas específicas de género e información para consolidar la relación entre el género y el clima.

Fuente: ONU Mujeres.