Casamientos en cuarententa ¿Es ahora o nunca?

Que todas las noches, sean noches de boda. 
Que todas las lunas sean lunas de miel”
J. Sabina

“No sé si la fecha se cumpla, dentro de mí, trato de confiar, pero trato de ser realista, y no lo sé”, comparte Paulina, joven de Torreón quien una semana antes de su boda; planeada para el 28 de marzo decidió cancelar. Ha pospuesto todo para el 24 de julio, todos los días se pregunta si el enlace se cumplirá o no en esa fecha.

La epidemia del Coronavirus ha afectado a alrededor de 30% de las bodas en México, según portales de internet como Infoabe. Pero hay otros que calculan que la cifra será mayor. La mayoría de las parejas ha decidido esperar, otras han hecho solo la boda civil o incluso hay quienes se han casado en una iglesia casi completamente vacía. 

Paulina

“Nuestra boda iba a ser en Gómez Palacio y una semana antes, fue cuando ya dieron aviso las autoridades que quedaban suspendidos todos los permisos. Mi novio y yo estábamos esperando hasta el último momento a ver si la librábamos…pero una semana a antes, de plano tuvimos que cancelar todo”.

Esto le hizo sentir “mucha frustración, porque ya tienes todo planeado, solo teníamos que bañarnos, cambiarnos y llegar a casarnos, mis amigas me decían que no pasa nada, pero no saben lo que hay detrás porque eran muchos proveedores, comida, salón, snacks, la iglesia, la música…. Para que todo volviera coincidir en una sola fecha era muy difícil”, compartió Paulina, quien por fortuna no ha tenido que gastar más por posponer su boda, porque las proveedores han comprendido que es una crisis mundial.

“Sí contemplamos casarnos en medio de la pandemia, por el civil y en el jardín de mi casa, pero ya teníamos todo pagado, decidimos que nos podemos esperar”, finalizó.

Maribel y Jaime

“Primero vivimos mucha angustia e incertidumbre por la pandemia y frustración por los planes que teníamos.  Sobre todo la incertidumbre de saber si era posible, cuánto tiempo iba a durar esto, si la familia y amigos de fuera iban a poder venir. Mi única hermana vive en el extranjero”.

Esta pareja de Torreón tenía fecha nupcial para el sábado 13 de junio. Civil, iglesia y fiesta en un jardín, después de reflexionarlo aceptaron posponer:

“Nosotros teníamos la esperanza de poder hacer todo como lo planeado. Pero los amigos y la familia, sin quererlo, con preguntas y comentarios con toda la buena intención, provocaban dudas (y algo de presión) pero nos hacían ponernos nerviosos e inquietos y a dudar”.

Ellos lo han tomado con calma y decidieron esperar:

 “Decidimos al final no estresarnos y esperar que pasara el tiempo e ir decidiendo sobre la marcha, con las noticias e información de las autoridades. ¡Al final estábamos muy relajados y hasta nos reíamos de que por fin nos aventamos para casarnos y se viene todo esto!”.

Ambos contemplaron casarse en medio de la cuarentena “sabiendo que iba a ser muy diferente a lo planeado, pero queríamos compartir ese día tan especial con toda la gente que nos quiere y cancelamos esa idea”. Su boda ha sido programada para el 21 de noviembre de este año y reflexionaron: “estamos súper contentos y felices con la nueva fecha. Hasta pensamos que está mejor que la original”.

Rebeca

A diferencia de los dos casos anteriores, Rebeca, una joven de Ciudad Juárez decidió posponer su boda para el 2021. La fecha planeada era el 2 de octubre del presente año. Tomaron esta decisión por el riesgo de que la mayoría de sus familiares no pudieran viajar este año.

 “Para mi y para mi esposo (nos casamos por el civil el 18 de febrero de este año) fue perder la ilusión de festejar con nuestra familia y amigos. Ahora vemos el lado positivo de la cuarentena, que es pasar mucho más tiempo juntos, a que si fueran días ordinarios”.

“Nuestros familiares al igual que nosotros lamentan el hecho de que tengamos que esperar un año más, ¡pero tenemos la seguridad que para esa fecha vamos a poder festejar en grande! Lo importante es que estamos todos bien y con paciencia se vendrán cosas mejores.”

A esta pareja el cambio de planes les generó un incremento de 30% en los gastos por el lugar de la fiesta y esperan más aumentos, ya que es una fecha próxima al 10 de mayo del 2021.  

Ana y Raúl

Casarse no siempre significa una fiesta a lo grande, iglesia, recuerdos y viajes. En ocasiones casarse, además de ser un acto de amor es a la vez necesario y seguro. 

Ana y Raúl ya vivían juntos y al nacer su segunda hija, el seguro médico de él no cubrió la hospitalización de ella, por no haber un papel de por medio que comprobara su unión. 

La bebé nació en tiempos de coronavirus, los gastos fueron mayores a lo planeado y aunque en términos de salud todo salió bien, decidieron reservar en el mes de mayo su enlace en el registro civil más cercano a su casa, en el estado de Nuevo León.

La cuarentena, el tiempo juntos en casa, les hizo reflexionar en la importancia de estar unidos para planear mejor su vida en pareja. Su boda civil solo contó con la presencia de sus testigos, flores, gel anti bacterial y cubre bocas para todos. Sin embargo, ellos aseguran que el festejo en grande vendrá después.

“Que el corazón no se pase de moda, que los otoños te doren la piel”.