Simone de Beauvoir, maestra del feminismo mundial

Fue un 9 de enero de 1908 cuando nació Simone de Beauvoir, escritora y filósofa francesa, una mujer cuyo pensamiento está más vigente que nunca. Hoy, en este aniversario es recordada por sus geniales ideas.

Su libro “El segundo sexo” es considerado una obra fundacional del feminismo. Además, ella escribió acerca de la vejez y el existencialismo. 


De acuerdo con la Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM:

“Figura central en los medios académicos y feministas inter­nacionales,  Simone  de  Beauvoir  sigue siendo  en nuestro  tiempo, una de las personalidades más polémicas en todo el  mundo. 

Nacida en 1908 en París y educada bajo un ambien­te católico, al cual se rebelaría en años posteriores, de Beau­voir  nos deja, tras su desaparición, una amplia y diversa aportación literaria.

Filósofa, escritora y militante, Simone de Beauvoir fue ante todo una mujer que a lo largo de su vida luchó por asumirse como un sujeto trascendente. Autora de numero­sas novelas en las que se combinan su preocupación por la 

condición social de la mujer y su pensamiento existencialista, aborda distintos temas entre los que destacan: la muerte, la vejez, la soledad, el amor, la angustia y el tiempo”. 

El articulo escrito por Lourdes Álvarez Icaza, menciona que el en contexto de la Segunda Guerra Mundial y acogida  con gran entusiasmo por los críticos, la primera novela de Beauvoir, La invitada, se publica en 1943, y es el texto que le abrirá el camino para la edición de sus obras posteriores. 

Más tarde escribe  La sangre  de  los otros (1945); Todos los hombres  son  mortales (1946) y Los  mandarines (1954), obra esta última que recibe el premio Goncourt, máximo galardón  francés para la literatura.  

A finales de los años cincuenta, inicia su producción autobiográfica: (Memorias de  una joven  formal, 1958; La fuerza de  la  edad  1960 y La fuerza  de  las  cosas,1963) libros en que la toma de con­ ciencia de su condición de mujer es una constante.

Sus escritos  representan un testimonio de las inquietudes y  conflictos a los que se enfrenta el sexo femenino.