Todo crimen de género es un crimen de poder y un crimen político: Rita Segato

• La antropóloga feminista argentina ofreció una conferencia en la FIL Guadalajara junto a Olimpia Coral Melo y Susana Harp

Rita Segato llegó acompañada de Olimpia Coral y Susana Harp al auditorio del hotel Barceló al medio día del domingo, con un actitud cándida y abierta. Mientras John Ackerman presentó a las ponentes, Rita recibió un pañuelo de Palestina y se lo colocó en los hombros, dispuesta a iniciar su discurso.

“He prometido que no iba a volver a hablar en público sin un pañuelo de Palestina”, dijo al auditorio antes de iniciar. La escritora estaba preocupada porque había olvidado el pañuelo en la habitación, pero le consiguieron uno y se sintió aliviada.

El genocidio de Palestina es una de las problemáticas que abordó con una lucidez y crítica al sistema que despertó la aprobación y el aplauso del público. Durante su charla tocó el tema del feminismo.

“Una característica de mi pensamiento es no guetificar el feminismo,  no transformarlo en un guetto porque toda diferencia es universal”.

Dijo que los crímenes de género permiten diagnosticar la vulnerabilidad masculina, que no es un síntoma de fuerza, sino de fragilidad.  “La relación mas importante en un acto de violacion, no es la del agresor con la víctima sino la relación con otros hombres,la cofradía de los hombres”, expresó.

“Todo crimen de género es un crimen de poder y político. Nos cuesta mucho desmoralizarlo”, aseveró.

Sobre el conflicto en Gaza dijo que después de éste entramos en una era histórica desconocida, donde no se puede hablar de izquierda o derecha. “Hoy la ley es el poder de muerte”, señaló.

“Es un espectáculo el genocidio sin ficción jurídica , es una segunda crucifixión colectiva que está sucediendo en el mismo punto del mapa”.

Ligó su discurso con el colonialismo histórico.“Antes era todo el tiempo la fuente de legitimidad del pasado, no se podía hablar de modernidad. En esa colonial modernidad la política masculina va emergiendo, la política femenina es cancelada (…) la colonización es permanente”, afrmó.

Olimpia Coral Melo

La activista forjadora de la “Ley Olimpia” habló sobre su defensa hacia la violencia digital.

“La automatización digital de la violacion sexual, provoca una deshumanización. Hoy en día la tecnología no es como nos la pintan, se perpetua la ganancia de las empresas digitales”.

“La ley olimpia no es una ley jurídica, aspiramos a cambiar las conciencias, aspiramos a cambiar el algoritmo. Un algoritmo patriarcal”, afirmó.

Olimpia cuestionó el uso excesivo de anglicismos para definir los distintos tipos de violencia digital, defendió su uso en español para que sen difundidos en todos los grupos de edad.

“El capitalismo de datos a los adultos nos aleja de la digitalidad. Tenemos que hablar desde nuestro territorio y nuestros lenguajes. Hacer rupturas de los anglicismos, ruptura del colonialismo digital”.

Reveló que hay un gran brecha de género en el ámbito digital, ya que solo 22 por ciento profesionales que se decían a la IA somos mujeres.

Concluyó en que hay una desconexión humana, “no hay conexión con la realidad, esto le está dando millones de ganancias a un monopolio. Lo virtual es real”.

Susana Harp

La senadora quien ha desarrollado una gran carrera musical, dijo que hay muchas invisibilidades en nuestra cultura, por lo que gran parte de su labor en el senado se concentra en defender a los pueblos afromexicanos.

“A mí me marcó haber nacido en Oaxaca, lugar donde habitamos 18 culturas. Decidí aceptar estar en el senado de la república con la intención de hablar de la invisibilidad sistémica de las comunidades originarias».

Ha realizado una amplia investigación de cultura afro mexicana, porque “lo que no se nombra no existe y los pueblos afro mexicanos, apenas los empezamos a nombrar”.

Consideró que todas deberíamos estar en el algún momento en espacios de decisión.

Las tres conferencistas se unieron para esta charla titulada “Democracia y crisis civilizatoria: territorios, pedagogías y mundos posibles” ante un auditorio lleno y entusiasmado con sus discursos.