Texturas y juegos en una noche de jazz

Poco después de las ocho de la noche de este viernes inició en la Laguna la gira “Christian Mc Bride’s New Jawn”. El programa, que se presentará posteriormente en la Ciudad de México y Guadalajara, se encuentra con un Teatro Isauro Martínez lleno y expectante.

Lidereado por el contrabajista Christian Mc Bride, Josh Evans en la trompeta y JD Allen en el saxofón tenor y Nasheet Waits, en la batería; el cuarteto explora temas propios y versiones de piezas de leyendas como Wayne Shorter, Ornette Coleman o Barry Young. 

Durante hora y media, el recinto se llena con una variedad de sonoridades: la energía del hard bop, la melancolía del blues modal, la suavidad de la balada o el humor juguetón del blues tradicional. Hay momentos en donde la estructura armónica se desvanece para abordar segmentos de improvisación libre en los que, con efectos sonoros y recursos rítmicos los solistas demuestran la capacidad expresiva de sus instrumentos. 

Mc Bride utiliza el walking bass para proporcionar una base rítmica sólida cuando se trata del acompañamiento, pero también demuestra su sorprendente agilidad y virtuosismo al ejecutar melodías o generar texturas armónicas con el contrabajo.

Evans y Allen, desde la trompeta y el saxofón, deleitan con la precisión de sus armonías, la construcción discursiva de sus solos y sus impecables unísonos. Waits, por su parte, acompaña, reacciona y aporta a las propuestas sonoras de los solistas, demostrando el majestuoso manejo del interplay entre los ejecutantes y la sección rítmica.

El cuarteto realiza dinámicas contrastantes, pasando de una suavidad imperceptible a una enérgica re-exposición del tema. Esto, sumado a los espacios y silencios que proporciona la sección rítmica para dar foco a los solistas, da muestra de un ejemplar manejo de la instrumentación. De la misma manera, las distintas combinaciones a trío o dueto en las piezas aportan novedad y dinamismo al concierto, que, acompañado de los comentarios e intervenciones habladas de Mc Bride, se vive como un soplo de frescura en este otoño que termina.