The Protégé (2021)

Con seis meses de retraso, a comparación de su estreno internacional, por fin se estrena en salas mexicanas la última cinta de acción del director  Martin Campbell,TheProtégé, famoso por haber realizado las dos películas de El Zorro con Antonio Banderas, pero sobre todo porlograr revivir con éxito, no una, sino dos veces, al personaje de James Bond, con las cintas GoldenEye (1995) y Casino Royale (2006); aunque, lamentablemente, su celebridad también se debe a haber realizado el desastre colosal que fue Green Lantern (2011), fallo que provocó un exilio casi total por parte de los estudios para el director. Con estos antecedentes, podríamos esperar que la cinta que reseño cayera en alguno de los extremos, pero no, ya que podemos decir que se trata de un producto medio en todo sentido posible.

En esta ocasión, el cineasta ha optado por permanecer dentro de su género preferido, la acción, pero optando por variar un poco al seleccionar, a diferencia de sus productos previos cargados de testosterona, una protagonista femenina. Esto juega tanto a favor como en contra de la cinta, ya que le permite manejarse por terrenos que no ha explorado hasta el momento, pero cayendo en algunos de los clichés que este subgénero llamado “cine de acción femenino” tiende a reproducir en casi todas las representantes de este tipo de producciones.

La historia se centra en Anna (Maggie Q), una niña vietnamita que queda huérfana en medio de una masacre en Da Nang, donde es encontrada y rescatada por el asesino a sueldo Moody (Samuel L. Jackson), después de haber realizado un trabajo en el lugar. Como puede que él sea un despiadado y capaz asesino, pero también tiene un corazón de oro, decide adoptar a la niña como su hija, cosa que se hace evidente una vez que se da un salto en el tiempo, donde vemos que la pequeña ahora es una mujer que parece haberse vuelto parte del negocio familiar, ya que se nos muestra toda una secuencia en que ella está tras un líder de la mafia rumana, a quien da caza con facilidad, saldando el contrato por el que fue contratada.

Después de esto, vemos a Anna regresar como toda una profesional a su vida diaria, atendiendo una librería de ejemplares raros de la que es propietaria, así como acudir a casa de Moody para festejar su cumpleaños, donde observamos que este padece algún tipo de enfermedad terminal.En este encuentro él le pide que busque a una persona que está relacionada con un trabajo previo que realizó años atrás, a lo que ella accede, comenzando su investigación apenas ha salido de casa de su padre adoptivo. Al día siguiente, ella conoce a un hombre de nombre Rembrandt (Michael Keaton) en la librería, quien muestra interés en ella, pero sin que las cosas trasciendan, centrándose en la investigación que le fue encargada. Esa misma noche, con información recién adquirida, al visitarlo, descubre que la casa de Moody ha sido atacada y él asesinado, siendo ella misma víctima de otro ataque del que logra salir apenas con vida. Como esta es una película de acción y venganza, esto la incita a investigar por su cuenta quiénes son las personas detrás del atentado, cuál es el misterio del hombre que estaba buscando y los motivos de sus perseguidores para intentar silenciarlos, así como cobrar venganza por su pérdida y el daño que le han hecho, mientras los giros en la trama y los secretos son revelados en el resto de la cinta.

Si hay algo que la jungla salvaje llamada Hollywood ama más que hacer a sus celebridades triunfar, es destruirlos; succionar hasta el último ápice del brillo que alguna vez tuvieron, para verlos deambular por los pasillos de sus estudios como fantasmas que suplican por una oportunidad que logre regresarlos al lugar que una vez ocuparon. Un claro ejemplo de esto es el caso de Martin Campbell, porque puede que sus dos cintas sobre el Zorro hayan recaudado grandes sumas en su momento, o que haya dirigido dos de las más exitosas y aplaudidas cintas de James Bond, pero dentro de esa maquinaria sólo eres tan bueno como tu último trabajo y no se perdona un fracaso, por lo que el descalabro de Green Lanter bastó para que las puertas de los estudios se le cerraran y no pudiera volver a trabajar en el cine de grandes presupuestos, con renombradas celebridades, siendo relegado al cine directo al video o, en el mejor de los casos, producciones de relleno para temporadas bajas, con actores en la misma decadencia que él. Regresar a las grandes ligas después de esto es una tarea que para muchos es imposible, aunque se pueden dar casos en que el intento pueda aproximarse lo suficiente para lograr la suficiente notoriedad que los dioses de la meca del cine puedan recordar porque en algún momento fuiste de sus favoritos, y TheProtégé, como dije al inicio, es una de esas películas que se encuentran a medio camino entre las cintas de bajo presupuesto y las grandes producciones que atraen millones de personas a las salas.

Para evidenciar esto, empezaré hablando por el reparto, ya que es donde más puede notarse el fenómeno que antes menciono. La cinta cuenta sólo con tres intérpretes de renombre, pero sin que alguno de ellos sean verdaderas celebridades, por lo menos no en la actualidad. Primero tenemos a Samuel L. Jackson que, si bien se ha mantenido dentro de la lista A de Hollywood, vio pasar ya sus mejores épocas, interpretando un papel que le hemos visto en numerosas ocasiones previas, como el tipo rudo, pero simpático y gracioso, que deambula por una escala moral en tonalidades grises, generando empatía y agrado en el espectador; luego tenemos a Michael Keaton, que vive un segundo aire gracias a nuestro compatriota Iñarritu, nominación al Oscar incluida, pero que ya perdió un poco del fulgor que recibió debido a su regreso, participando y acaparando premios en productos de calidad en televisión o como secundario en grandes producciones como Spiderman, más ya no como protagonista, interpretando en este caso a la versión masculina y mucho mayor de Anna, pero con el carisma de una superestrella, haciendo evidente que se la pasó de lujo grabando escenas de acción y pelea cuerpo a cuerpo por primera vez en su carrera (Batman es caso aparte porque no son del mismo estilo); por ultimo tenemos a la protagonista, Maggie Q, la heroína de acción que en otra época del director pudo haber interpretado Angelina Jolie (con quien ya trabajó en otro tipo de proyecto) o Charlize Theron, pero que saca adelante sin problema y con más porte del que se esperaba un papel que no fue desarrollado lo suficiente para que ella luzca de verdad, pero que ni así se impide que su presencia en pantalla sea suficiente para que olvidemos los huecos argumentales, los débiles diálogos o la carencia de originalidad.

Todos hacen lo mejor con un guión que no aporta mucho, sobre todo cuando interactúan entre ellos o se enfrentan a numerosos grupos de contrincantes, elevando la película por sobre lo que su presupuesto permitía.

Y hablando de eso, el guión es otro punto que navega en este término medio que impregna la cinta. No es malo del todo, pero tampoco hay algo original en su escritura, te remonta a cintas de los 80s y 90s en su estructura, diálogos y desarrollo. Incluso se hace evidente que tanto el director, comoRichard Wenk el guionista, no han recibido el memorándum de lo políticamente correcto, debido a la relación amorosa/enemigos entre Maggie Q y Keaton, con los 28 años de diferencia entre ellos, los cuales, a mi punto de vista, no se notan mucho gracias al magnetismo del segundo, pero que si pueden llegar a calar una vez que sabes que el actor es solo tres años menor que Jackson, quien interpreta al padre de la protagonista; pero el guionista nunca ha sido conocido por su gran desarrollo de personajes, él escribe acción y cumple con los parámetros establecidos del género. Ahora, dejando situaciones de índole sociocultural de lado, la trama misma no ofrece algo de que aferrarnos para separarla del resto de los productos genéricos del cine de bajo presupuesto, ya que por momentos se siente que lo que estamos viendo ya lo conocemos, porque es verdad. Lo que se nos presenta se ha visto tantas veces que no hay cabida para la sorpresa cuando se revelan los dos giros en la trama, uno a la mitad y otro al final de la historia. Aun así, la cinta funciona dentro de su mercado, cumpliendo en lo que debe, es decir, buenas escenas de combate y acción trepidante, ritmo constante y la tensión suficiente para que no perder la atención del espectador. Cine comercial que no busca nada más que el entretenimiento puro. Tal vez hubiera funcionado mejor si los guionistas no se esmeraran tanto en separar las películas de este estilo estelarizadas por mujeres de las de los hombres, y terminaran de comprender que no se debe hacer una división cuando no dejan de ser lo mismo, pero incluso con esto, funciona.

Y este logro se debe al punto que he dejado para el final, que es el mismo Martin Campbell, a quien se le brindó la oportunidad de realizar este producto hibrido entre estudio y bajo presupuesto, y que es el causante de que una película que pudo haber pasado totalmente inadvertida sea por lo menos lo suficientemente entretenida para que hoy esté escribiendo de ella. Y no es que vaya a recuperar su lugar entre los elegidos, eso será casi imposible, sobre todo por el pobre desempeño de la cinta en la taquilla, pero por lo menos nos hizo recordar porque en otra época se le facilitaban grandes cantidades de dólares para hacer lo que quisiera con ellas, el director sabe su oficio y aquí lo demuestra en cada plano. Buenas escenas de pelea, acción como debe hacerse, personajes lo suficientemente interesantes para que agraden, actores con carisma y personalidad, y todo lo que debe tenerse, en las dosis que se debe, en el momento correcto; todo realizado con un reducido presupuesto, lo cual debe aplaudirse. Tal vez haya caído un poco en el estilismo que se maneja en la acción femenina, pero tampoco es un punto del cual aferrarse para tirar la mordida crítica.

En definitiva, esta no es la producción que va a regresar a Campbell a las grandes ligas (en caso de que llegue a suceder) y tampoco será la que logre volver super estrella a Maggie Q (sigo rezando porque esto suceda), pero ambos dan lo mejor de sí en un proyecto que se deja ver y que habrá de cumplir su función de entretener si lo que buscan es entrar al cine para apagar el cerebro y dejarse llevar por casi dos horas. Entretenida y funcional, como debe ser este tipo de propuestas, que no pretenden ser algo más de lo que son, cine de acción en todo su esplendor.