Velada espectacular con Alejandro Fernández en el Coliseo Centenario
El Coliseo Centenario presentó al “Potrillo” Alejandro Fernández con una noche inolvidable, en donde los laguneros cantaron todas las letras que interpretó el artista.
La entrada al lugar el pasado viernes, comenzó desde las 19:30 horas, donde se tuvo una gran cantidad de asistencia, con todas las medidas sanitarias. Se calculó la entrada de alrededor de 6 mil personas.
A las 22 horas comenzaron los músicos con una melodía, para anunciar que Alejandro Fernández estaba en Torreón, al compás de una trompeta en un escenario de 360 grados y un par de bailarinas, quienes le dieron la entrada al cantante, para empezar con varios de sus éxitos. Cabe destacar que la increíble producción con la que se contaba, y los excelentes músicos, complementaron lo que ha sido uno de lo mejores conciertos de este año en el Coliseo.
Con canciones como “Estuve” , “Hoy tengo ganas de ti”, “Tantita pena” y “Estos celos” que se escuchaba en una especie de coro por parte de los fans, dio paso también a “Unas nalgadas”, en donde algunos se comenzaron a mover, pero sin duda la parte acústica no pudo faltar como parte de su repertorio romántico.
El cantante quien portaba su traje de charro, agradeció el apoyo y al amor de los laguneros, y al final de cada canción terminaba con una reverencia, respondiendo al cariño y los aplausos de su público.
Sin duda Alejandro Fernández cuenta con una increíble voz, un talento impresionante, que tras varios años de trabajo le han enseñado cómo sobresalir en el escenario, para deleitar a sus fans entre cada concierto.
Además, como parte del repertorio complementario, cantó la canción que grabó junto a Nodal “Más no puedo” y algunas otras canciones más que forman parte de las colaboraciones en las que ha participado.
Esperamos volver a ver al “Potrillo” nuevamente en Torreón, y verlo deleitando a los Laguneros como lo hizo; porque sin duda en la Comarca Lagunera cuenta con el apoyo, cariño y aprecio por parte de los fans que hicieron de esta noche una velada, que sin duda nadie se debió perder.