Materialists (2025)
Hace 2 años la directora Celine Song sorprendió al mundo con su opera prima semiautobiográfica Past Lives, consiguiendo nominaciones al premio Oscar en las categorías de Película y Guion Original, así como una avalancha de elogios para su obra. Ahora, con las expectativas por los cielos y volviendo a utilizar experiencias propias para armar su nuevo proyecto, ha regresado con la cinta Materialists, una suerte de drama romántico con toques de comedia que acaba de estrenarse en nuestro país.
En esta ocasión, Song se ha decidido por una historia más relajada (más no simple) que en su proyecto anterior, basándose en una etapa de su vida en la que se desempeñó como casamentera, para crear a Lucy Mason (Dakota Johnson) una mujer que trabaja en una compañía dedicada a encontrar la pareja perfecta a sus clientes, en la ciudad de New York. Ella es en extremo eficiente en su oficio, por lo que está por celebrarse la novena boda que se realiza gracias a sus servicios y a la cual está invitada. Es en este evento donde conocerá a Harry (Pedro Pascal), un atractivo y acaudalado hombre que parece cubrir todas las características que ella busca en una pareja; pero, al mismo tiempo, es donde se reencuentra con el supuesto amor de su vida, su exnovio John (Chris Evans), quien trabaja en el servicio de banquetes que atiende en la boda, quien parece mantener el estilo de vida y actitudes que los llevó a su separación. A partir de esa noche, gracias también a otro acontecimiento en su trabajo, Lucy replanteará sus relaciones, profesión y vida, a través de las diferencias de estos dos hombres y el papel que cada uno desempeña con ella.
Cuando se pudo ver por primera vez el trailer de la película, no fuimos pocos los que nos sorprendimos al descubrir una historia que parecía ser una comedia romántica, ya que esto no encajaba con la personalidad que la directora proyecta (a pesar de haber dicho que Zootopia era su cinta favorita). Pues una vez que se ha podido ver, es evidente que para Song hasta la trama más sencilla puede tornarse en una serie de capas y análisis sobre situaciones humanas, cavando entre las líneas que escribe para sus personajes hasta llegar a niveles de gran profundidad. Claro que hay comedia y romance, pero esta película es mucho más cercana a un drama con tintes de comedia que a las cintas estelarizadas por Julia Roberts o Sandra Bullock, para que los piensen que van a ver un producto similar, se replanten antes de hacerlo.
Pero, en el sentido contrario, los que acudan a las salas por haberse vuelto fanáticos de su trabajo previo deben saber que tampoco van a encontrar el nivel que nos brindó en ese. Puede que Past Lives te haya gustado o no, pero es imposible negar su calidad y profundidad, cualidades que esta película comparte, sumando como punto extra atinados diálogos que calan al escucharlos, pero con un tono menos cargado, más sencillo y amigable, ya que, como la misma directora lo ha mencionado, no era lo que buscaba en esta ocasión.
Materialists habla de amor, pero no de la forma acostumbrada, lo que hace es mostrarnos como este ha pasado de ser una emoción a una mercancía que puede comprarse, por lo menos en apariencia, si se tiene el dinero suficiente. La película también nos habla de esa desesperación provocada por la presión social que va creciendo con la edad, por no quedarnos solos, por encontrar a alguien de quien enamorarnos, pero siempre que este reúna las características que deseamos en el otro, sin preguntarnos siquiera si nosotros cubrimos las de ellos y, más importante, si lo que buscamos es lo suficiente para que una relación se mantenga. La apariencia de la persona soñada, sin que interese en verdad la persona.
En diversos momentos vemos a Lucy entablar conversaciones con compañeras de trabajo, con sus intereses amorosos, con clientes, siempre viendo a las relaciones como una mera transacción entre dos individuos. Esto, que la directora disfraza tras diálogos y tonos cómicos, resulta la parte más dramática de su historia, cuando encontramos en esas situaciones similitudes con casos que conocemos. Nivel socioeconómico, estabilidad laboral, determinadas características físicas, estilos de vida, rango de edad, etnia o color de piel, son enumerados por sus clientes como puntos vitales para aceptar salir con tal o cual candidato, pero en ningún momento realizan preguntas relacionadas a la personalidad de este. Claro, todo lo mencionado importa porque el gusto tiene peso, la estabilidad a cierta edad es vital, pero de nada sirve encontrar a la persona perfecta si al final es sólo el empaque lo que te atrajo de esta y no su esencia. En este sentido la película no falla, en todo caso cumple de sobra y nunca intenta ocultar su mensaje desde el titulo mismo, esa realidad existe y es probable que todos hayamos escuchado a alguien recitar su lista de exigencias, posiblemente nosotros lo hayamos hecho, todo para terminar fracasando porque buscamos rasgos en personas con las que no conectamos.
La cinta nos brinda dos primeros actos impecables en su estilo, en los que vemos incluso un giro que nos escupe que no estamos ante otra historia romántica del montón, algo que hace tambalear la vida de la protagonista en todo sentido; aunque con un tercero que no podemos catalogar como malo o bueno, pero que resulta divisivo. Sin entrar en detalles, con una interpretación simplista podemos pensar que la directora se ha ido por lo fácil, lo evidente y predecible. Ella lo ha defendido y su punto tiene valor. ¿Por qué pensamos que se optó por la aparente salida romántica y el conformismo, cuando puede que este sea el final triste y dramático? Buscar la felicidad donde sabemos que no ha estado antes por lo general termina en el mismo resultado. Creo que ese es el valor de esa decisión narrativa, dejarnos un final abierto en que parece que Lucy ha tomado partido, ha decidido un cambio en su vida, sólo para que en las últimas líneas se nos de información que deja abierto si este cambio se realizará o no. De cómo se vea su final dependerán muchas cosas, la experiencia de vida, el historial de relaciones, lo que deseamos para nosotros, la edad sobre todo, cada uno puede pensar lo que desee para la protagonista y es tan valido un punto de vista como el otro.
Materialists funciona en muchos sentidos y es muy disfrutable sobre todo, dejando la fluidez e ironía de los diálogos creados por la directora, por la interpretación de Dakota Johnson, encargada de cargar la película completa en sus espaldas, con la naturalidad que la ha caracterizado en casi todas sus interpretaciones; su casting fue por demás atinado y sería bueno verla trabajar de nuevo con la directora en un proyecto donde se le brinde un papel más desafiante y no sea su carisma el que la haga sobresalir. Después de ella, posiblemente sea Zoë Winters en un personaje secundario, pero cargado de peso argumental y con un par de las mejores líneas de la película, quien mejor se desempeña a pesar de su poco tiempo en pantalla.
Irónico resulta que el lastre que vuelve menos redonda a esta película sean sus protagonistas masculinos, Chris Evans y Pedro Pascal. Sí, ambos cumplen con llegar a donde deben con sus personajes, pero tal vez por el poco desarrollo que se da a su relación con Lucy, es que resulta difícil que la química fluya. Claro, la directora se encarga de mostrarnos sus puntos fuertes y debilidades, están lo suficientemente perfilados para no ser unidimensionales, el problema, si es que debemos llamarlo de alguna manera, se da en la interacción con ella, donde falta cohesión.
Pero algún con esto, algo que para muchos pueda que le impida llegar al nivel de su opera prima, Celine Song no decepciona y nos vuelve a regalar una historia compleja y bien contada, una que en esta ocasión es mucho más accesible y que es probable conecte con una audiencia más amplia por tratarse de un tema más universal y comercial. Como segundo trabajo es una obra que sigue perfilando el estilo de la también guionista, una que trabaja de manera orgánica en muchos niveles y nos hace pensar que la directora tiene mucho futuro por delante ahora que se mueve en las grandes ligas de Hollywood. Esperemos sepan aprovecharla y le permitan mostrar de lo que es capaz pronto.