Nadia Contreras y su Infinita aproximación: Literatura para la vida

Por: Daniel Olivares Viniegra

Imagina tomar cualquier cosa del mundo, por más pequeña e insignificante que sea: una hoja de árbol, un reloj de bolsillo, una taza, una aguja, un dedal. ¿Qué nuevas formas podrías crear? ¿Qué nuevas funciones podrías descubrir? ¿Qué historia surgiría si combináramos ese objeto con otros? Nuestra historia, sin duda, adquiriría una nueva forma y un nuevo espacio.

(Nadia Contreras, La infinita…, p. 164)

Difuso como por naturaleza es, el género del ensayo encuentra en manos de Nadia Contreras resonancias, sutilezas, lindes y extensiones de lo más disfrutables.

En alguna parte leo: “En el recipiente que llamamos «mundo», la vida gira, su ojo desorbitado, el torbellino que nos arrastra como si ya estuviéramos muertos. Es también una relación maltrecha de sucesos” (p. 158).

Y esto es apenas una muestra y ejemplo de cómo este volumen recopilatorio (territorio que oscila entre la alegre y desparpajada digresión y la aguda y sentenciosa síntesis) desmenuza bellamente la biografía de un ser entregado a la búsqueda, además intensa y gozosa, de sus propias verdades, y que “escribe porque cree en el poder de la palabra y porque la palabra nos une, nos fortalece…” (p. 17) (Escribe, he de decir, además, con una prosa sobradamente ágil, danzarina más que saltarina, musical y sin tropiezos).

En ella todo es literaturizable y sus desdoblamientos en pos de las diferentes aristas de la luz son ágiles diversos y profundos.

Aderezados por un sólido y permanente, a la vez que tenue, hilo narrativo, anécdotas que devienen crónicas, y que en todo momento sostienen el trayecto y lo hacen disfrutable, estos textos prodigan (además y por supuesto) una erudición que si bien es amplia y alterna en ningún momento se despeña hacia la pedantería.

Ya de lo más cercanos, ya muy lejanos en el tiempo; bien nacionales bien del todo cosmopolitas, filósofos, novelistas, cuentistas, poetas y cineastas, analistas, médicos y científicos célebres, y hasta teóricos del lenguaje y la comunicación, aderezan las múltiples veredas, de entre las cuales dominan , sin embargo, y de manera muy prolija, los territorios de la infancia y la familia (o muy importantemente los de la amistad), o bien la aleccionadora cotidianidad (gatos y gadgets incluidos), y el encausamiento de las personales pasiones (o lo que preocupa, o lo que conmociona), con todo y sus insalvables escollos, que son los que le dan agridulce sabor, adrenalínica hondura, dulce amargor a las inacabables búsquedas vitales, que son viaje, introspectivo (o no), pero también y siempre aventura plena.

Ante la fugacidad de la vida, y más aún de sus disfrutables momentos, como ante el proceloso e insondable océano que es la cultura toda, aún en sus artificiales parcelas o presuntas vertientes o derivaciones, la infinita aproximación, el simple nado a pulso… nos propone la autora, es el único y verdadero camino plausible.

Y claro que hay balsas, piraguas o canoas (e inclusive mucho más artificiosas embarcaciones), pero ninguna de ellas se moverá sin el esfuerzo y el sudor humano, y a ningún puerto se llegará sin la inteligencia, sin la ilusión que alienta desde el primero hasta el último impulso por el vivir, por el saber, por el descubrir y el discurrir, tales son el mayor aprendizaje y la plena y fraterna enseñanza compartida a la que Nadia Contreras, mediante estos sus más selectos textos, nos convida. Ah, y nos fortalece también con su escritura, porque mediante ella: “Así cambiamos, así nos acercamos, así somos uno con el otro” (p.139).

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Nadia Contreras es licenciada en Letras y Periodismo y maestra en Ciencias Sociales por la Universidad de Colima. Cursó la Especialidad en Educación en la Universidad Autónoma de La Laguna.

Obtuvo la Mención Honorífica en el Premio Nacional de Poesía Elías Nandino 2001; el Premio Estatal de la Juventud Colima 2002; el Premio de Poesía Instituto Mexicano de la Juventud 2003; el Premio de Publicación Editorial, convocado por la Dirección de Cultura de Torreón, en 2006 y 2008; el Premio de Poesía Timón de Oro, convocado por la Secretaría de Marina y la Escuela Naval Militar de México. Fue ganadora del Primer Concurso de Narrativa Salvador Márquez Gileta 2011.

En 2014, el Congreso del Estado de Colima le otorgó la presea Griselda Álvarez Ponce de León por su trayectoria en la literatura, y ha sido becaria del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico PECDA Coahuila, en la categoría creadores con trayectoria, género poesía 2016-2017. 

Escribe para diferentes medios nacionales y extranjeros como La jornada semanal, Razones de ser (revista México Argentina), Narrativas (revista de narrativa contemporánea en castellano), Acequias (revista de la Universidad Iberoamericana, campus Laguna), La estantería, reseñario de poesía (sitio web del poeta Mijail Lamas), Revista Géneros (Universidad de Colima), Siglo Nuevo (revista del periódico El siglo de Torreón), Timonel (revista del Instituto Sinaloense de Cultura) y Confabulario (suplemento del periódico El Universal).

En Torreón, Coahuila, ha sido docente en el Colegio Alemán y en la Universidad Autónoma del Noreste.

Dirige, por demás con ahínco y fraterno espíritu inclusivo, su Bitácora de vuelos, revista y sello editorial de literatura y cultura digital.

Nadia Contreras, La infinita aproximación, México, Bitácora de vuelos ediciones, 2024.

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