The Strangers: Chapter 1 (2024)

Como fanático del terror consumo mucho cine de este género, de todos los estilos que se producen, aunque las historias que tienden a funcionar mejor en mí son donde el miedo es provocado por una persona o un grupo de estas. Claro, existen algunas que basan su efecto en lo sobrenatural u otras fórmulas que resultan atractivas también, pero para un servidor el máximo terror siempre ha llegado en la forma de un ser humano capaz de cometer todo tipo de actos de atroz brutalidad. 

Una de estas historias que han logrado causarme angustia, es la estelarizada por Liv Tyler, The Strangers (2008), opera prima del director Bryan Bertino. No es que sea una gran película, que brille por su originalidad o que tenga actuaciones memorables, pero, a pesar de acercarse peligrosamente a lo genérico, se ha transformado en una de esas producciones que se identifica por haberla visto en alguna repetición en televisión o servicio de streaming. Lo que a mí me perturba de esta historia, es el hecho de la profanación del hogar, ese lugar al que vamos a protegernos (en caso de que este no sea uno toxico o violento donde corremos más peligro, claro está) cuando no podemos más y sólo queremos que llegue el momento de refugiarnos en él. Sé que no es ni la primera, la única, ni será la última en usar este recurso, pero el hecho de que toda la trama transcurra dentro de las paredes de la idílica casa de ensueño donde viven los protagonistas, siendo invadida por un trio de locos enmascarados con el único fin de asesinar al matrimonio protagonista, es una de esas cuestiones que me asustan, porque podrían pasar en la vida real.

Al no haber sido un éxito descomunal, durante un tiempo se pensó que no se retomaría la historia, pero en el 2018 se realizó The Strangers: Prey at Night, con Christina Hendricks como protagonista, mucho menos efectiva que su predecesora, recibiendo malos comentarios y con una pobre recaudación. Después de esto se pensaría que se dejaría la franquicia en paz, pero no, puesto que se han anunciado no una, sino tres cintas que serán estrenadas todas en este 2024, algo así como una miniserie de televisión que se proyectará en los cines. Esta semana llega a las pantallas mexicanas la primera entrega de este experimento comercial, The Strangers: Chapter 1, por lo que ha llegado el momento de hablar sobre ella.

Lo primero que se debe saber es que, como su nombre lo indica, esta es tan sólo la primera parte de la historia, cosa que un servidor no sabía al momento de verla y descubrió al final el letrero sobre fondo negro con la palabra “continuara”, dejándome con el malestar de no tener una historia que cierra; pero, sobre todo, porque tendré que pasar por la disyuntiva de dejar las cosas así o seguir torturándome, viendo las dos siguientes partes de ese infierno cinematográfico lleno de sinsentido. Porque sí, puede que uniendo las tres estemos ante la obra cumbre del cine de terror que el mundo esperaba, pero como producto independiente deja mucho que desear. 

Lo segundo es que las tres cintas van a ser dirigidas por Renny Harlin, cuyo último (o posiblemente único) éxito verdadero fue Cliffhanger (1993). Entonces, a algún productor se le ocurrió que era una grandiosa idea darle total libertad a un realizador que lleva 30 años haciendo cine de la más dudosa calidad, apoyado en un guión escrito por los igual de dudosos Alan R. Cohen y Alan Freedland (mancuerna que ha funcionado esporádicamente en televisión), soltarles un montón de dinero y esperar que logren crear una gran franquicia de terror, a pesar de que ninguno tiene experiencia verdadera en este género. Sabiendo esto el resultado no debe tomar por sorpresa a nadie. 

La historia es por demás simple, debido al formato de la franquicia, aquí no hay sorpresas, por lo menos en esta entrega, ya que repite todo lo que hemos visto y las razones de los actos nunca han importado como tal. Una enamorada pareja conformada por los estética y hegemónicamente perfectos Ryan (Froy Gutierrez) y Maya (Madelaine Petsch) en una escapada romántica para festejar su quinto aniversario de relación terminan perdidos en medio de la nada, por lo que hacen una pequeña parada en un restaurant de un pueblo de Oregon llamado Venus. A pesar de que todos los lugareños actúan raro con ellos y tienen las vibras de una comuna de asesinos seriales, ellos deciden como primer error descansar un momento en el lugar, sólo para descubrir al terminar de comer y querer retomar su camino, que su auto se ha descompuesto mágica y convenientemente para el guión, por lo que tienen que pasar la noche en el único Airbnb de la zona, una casa todavía más alejada de todo, porque de otra manera sería más sencillo para ellos librarse de lo que viene a continuación y nadie quiere eso. Pues no han terminado siquiera de acomodarse cuando sucede lo que todos sabemos que iba a pasar, es decir, alguien toca la puerta y realiza la pregunta insignia de la saga, Is Tamara home? El resto es por demás evidente, por lo que no entraré en detalles sobre esto.

Lo que podemos observar en esta historia, por lo menos en esta primera parte, es una falta total de originalidad. Sí, el director ha dicho que en las siguientes se explicará el origen de los asesinos y su reiterativa pregunta, pero en esta no se aporta nada que no hayamos visto en las anteriores. Si vemos la historia, es como si los guionistas sólo hubieran tomado las dos primeras, las hubieran mezclado en una licuadora y el resultado es lo que nos han presentado. Sumado a esto, el “desarrollo” de los protagonistas es tan desastroso que pareciera que ambos quieren morir, puesto que sólo les falta caminar directamente a la morgue y cometer un ritual suicida. Durante todo el metraje, las acciones de los dos tienen tan poco sentido que pudieron haberse asesinado entre ellos sin que el trio de locos enmascarados tuviera que esforzarse, estando repetidas veces demasiado cerca de librarse del peligro, pero decidiendo hacer todo lo contrario a lo que un ser humano promedio haría por la simple pulsión de vida. 

Pero suponiendo que algunos personajes deben demostrar una imperante y patológica estupidez, porque en el horror necesitas cadáveres, esto funciona en grupos más numerosos donde algunos están ahí por el simple hecho de que van a ser asesinados, cosa que no sucede aquí, pero que obviaremos como los realizadores hicieron con la lógica al tomar decisiones. Si dejamos esto de lado y estás experimentando con un nuevo formato comercial, debes entregar a tu audiencia varias cosas: primero, un producto que lo atraiga a las salas, cosa que no sucedió; segundo, algo que los enganche para querer regresar y ver el resto de la historia, cosa que funciona a medias y de manera muy forzada.

En esta historia hay sobrevivientes como en las anteriores, por lo que las posibilidades para el resto de la trama son amplias, el cómo las van a utilizar es lo que tendremos que esperar unos meses para resolverlo. Por lo menos en este sentido no nos quedaremos a medias, ya que las películas, por lo menos la segunda, se encuentra ya casi terminada y su estreno será inminente. Sólo el tiempo nos dirá si valió la pena o no este proyecto.

Tal vez en formato de streaming las cosas hubieran sido diferentes, como la trilogía Fear Street que estrenó en el 2021 Netflix, porque ahí la taquilla no manda; o pudieron intentar algo como lo realizado con X y Pearl, del 2022, dejando la tercera para este año. Ambos casos exitosos, pero sin buscarlo en realidad, por lo que forzar o querer obligar a tu audiencia a acudir al cine cuando las salas están casi vacías, no parece una idea muy brillante, sobre todo cuando no estamos ante un fenómeno mediático que resulte interesante.

The Strangers: Chapter 1 es un producto fallido, que posiblemente no haya sido la mejor decisión de Madelaine Petsch (la más rescatable del bizarro producto televisivo Riverdale) para iniciar una carrera en el cine, pero es muy pronto para hablar de ellos con dos cintas por estrenarse. Tal vez resulta la final girl que no vimos venir, tal vez la historia mejora en conjunto, pero por el momento lo único que logró en mi es seguirme cuestionando ¿quiénes son esos enmascarados y quién es esa maldita Tamara? 

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