Furiosa: A Mad Max Saga (2024)

En el 2015, George Miller decidió revivir su famosa franquicia distópica post apocalíptica Mad Max, misma que había estado inactiva desde 1985 cuando se estrenó la tercera parte de la saga Mad Max: Beyond Thunderdome. Está última supondría la que mejor recaudación en la taquilla logró, pero al haber contado con el triple de presupuesto de su antecesora su éxito real resultó menor. Al mismo tiempo, fue la que peores comentarios recibió tanto de público como de crítica, por considerarla la más ligera y comercial de la trilogía, aunque para muchos es la más recordada, tal vez por la participación de Tina Turner. Por estos motivos es que se pensó que la historia del personaje había llegado a su fin, por lo que la decisión de retomarlo fue recibida con entusiasmo y cautela por partes iguales. Cuando Mad Max: Fury Road se estrenó, todas las dudas se disiparon, catalogándola como la mejor de la saga, logrando un éxito considerable (mas no apabullante) en la taquilla y logrando 10 nominaciones al Oscar (de los que ganó 6) incluyendo la de Mejor Película del año. 

Parte del éxito de la cinta, a la par de ser un espectáculo visual, fue su guion que, si bien continuaba hablando de problemáticas sociales como sus predecesoras, se alejaba un poco de ese sentido hiper masculino que imperó en la trilogía original, ya que Max pasa a ser, si no un personaje secundario, un coprotagonista de la Furiosa de Charlize Theron, brindando por fin una perspectiva femenina a la trama, por lo que en este sentido es la más nivelada de todas.

Fue tanto el entusiasmo con la nueva heroína que los fanáticos pidieron a gritos saber más de ella, mismos que fueron escuchados por el director que no tardó en hacer público su interés por ampliar su historia, anuncio que fue recibido con entusiasmo; aunque con reparo al saberse que no contaría con Theron como protagonista, ya que se trataría de una cinta de origen, estelarizada por Anya Taylor-Joy encarnándola en una etapa temprana de su vida. Pues esta cinta por fin ha visto la luz el pasado fin de semana, en la forma de Furiosa: A Mad Max Saga, generando todo tipo de comentarios por diversas razones, tocando a un servidor exponer los suyos a continuación. 

Como dije, esta es una historia de origen, por lo que la cinta inicia mostrándonos a una pequeña y adorable, aunque intrépida Furiosa (interpretada en esa etapa por Alyla Browne) pasando sus días en el Green Place donde habita la tribu Vuvalini, uno de los pocos lugares habitables y fértiles que han quedado después de la guerra nuclear que arrasó con casi todo, y el que se menciona en Fury Road como el sitio al que la protagonista quiere escapar junto a las esposas de Immortan Joe. Un día, mientras se encuentra en el bosque con otra niña, se topan con un grupo de motociclistas, por lo que piensa que es una grandiosa idea sabotear sus motos.

Pudieron simplemente ignorarlos o avisar a los adultos de la tribu, pero no, el sabotaje fue la mejor opción y como ella es muy intrépida, aunque al parecer no muy inteligente al medir los peligros, termina siendo secuestra para ser entregada al no muy estable mentalmente líder de la banda, Dementus (Chris Hemsworth), para tratar de ganar puntos ante él. A pesar de que intenta ser rescatada por su madre, esta termina siendo asesinada y la niña es llevada como trofeo enjaulado a todos lados por la banda nómada. Dementus, al tratar de elevar su poder, quiere hacerse con el control de La Ciudadela de Immortan Joe, fracasando, por lo que vuelve a intentarlo en la Ciudad de la Gasolina, con mucho más éxito. Es debido a esto que, al negociar con su rival ahora que posee el control del abastecimiento de combustible, termina perdiendo a Furiosa, puesto que Immortan ve en la niña una posibilidad futura para engendrar hijos sanos (y de ser interpretada por Anya Taylor-Joy), situación que da origen a la estadía del personaje bajo el mando de este. Los que vimos Fury Road sabemos que esto nunca llegó a ocurrir, pero no contaré la serie de situaciones que vive la protagonista para convertirse en la ruda conductora del War Rig, ya que esas tendrán que ser descubiertas por el espectador por si mismo. 

A estas alturas sería raro que alguien no esté al tanto del fracaso descomunal que ha resultado esta cinta, a pesar de los comentarios tan positivos que la han acompañado. Los motivos de esto pueden ser muchos, independientemente del precario estado en que se encuentra la taquilla mundial desde que la pandemia vino a cambiar la forma de consumir cine, pero en este caso parecía que se trataba de una cinta muy esperada y los números han indicado lo contrario. El principal problema que puede tener en contra es que han pasado 9 años desde que se estrenó se antecesora; esto, que podría no suponer un problema real, debido a la distancia temporal entre la tercer y cuarta parte, sí lo representa en estos tiempos en que el hype por todo producto se acaba en un periodo tan rápido como lo es la duración de un TikTok.

El segundo punto puede ser el hecho de que, a pesar de ser una actriz talentosa que poco a poco se ha convertido en una celebridad, Anya Taylor-Joy no es Charlize Theron, ella no es Furiosa para la mente cinéfila colectiva, por lo que tal vez (a gusto personal) hubiera funcionado mejor una historia retomando con Theron, con flashbacks donde pudiéramos ver su pasado, en lugar de realizar una producción completa apostando al pasado y a un reparto diferente. El no contar con Max como contraparte puede ser el último factor, ya que se pudo perder parte del interés en la película, así como un porcentaje de la audiencia perteneciente al público masculino que sigue renuente a ver historias protagonizadas por mujeres, sin importar que el villano sea interpretado por Chris Hemsworth, quien parece confirmar la supuesta maldición que parece haber caído sobre los actores que han aparecido en las cintas de Marvel, ya que es muy raro que logren algún éxito fuera de ellas.

Hay cintas que son verdaderas joyas, pero que parece que sólo la madre del director fue a verlas; luego hay otras tan malas que sientes como tus neuronas comienzan a morir durante la proyección, pero que por algún motivo se vuelven fenómenos de taquilla. ¿En esta ocasión el fracaso duele o se veía venir? Tristemente, Furiosa es una película que merecía mayor suerte, porque tiene muchos puntos a favor que valdrían la pena el precio del boleto. Puede que por momentos palidezca ante su sucesora, pero no por eso se debe demeritar el inmenso trabajo técnico que se ve en la pantalla.

Si quitamos un par de secuencias donde el CGI (usado mucho más en esta ocasión que en Fury Road) se nota demasiado, el uso de efectos prácticos llevados al extremo sigue siendo la mejor carta del director; aunque no tan espectacular como esperábamos, al tener menos escenas de acción, las persecuciones y secuencias de lucha están muy bien logradas. Furiosa es un espectáculo visual por donde se vea, cuyo mayor problema es no aportar nada que no vimos ya en la franquicia, más no por eso se le debe restar valor a una cinta donde fotografía, vestuario, diseño de producción, sonido, música y un largo etcétera fueron cuidado a detalle y se nota.

Si tuviera que encontrar algo de que aferrarme para criticarla, podría hablar de su guión, que deja algunos cabos sueltos sin siquiera intentar explicarlos. El simple hecho de que Furiosa no sea obligada a ser una de las esposas, para terminar siendo una Praetorian, utilizando su nombre verdadero, no tiene sentido sabiendo que Immortan Joe está obsesionado con ese tema. El que tan sólo se le brinden un par de minutos al supuesto entrenamiento como conductora que Jack le da a la protagonista, para de forma abrupta brincar a un punto donde ella parece que abandonara La Citadela, hace que la relación entre ambos personajes carezca de la fuerza suficiente para que uno logre empatizar con lo que les sucede. El tratar de crear una relación sentimental para la protagonista, cuando uno de los puntos fuertes de la película previa fue que se dejó de lado todo este tipo de situaciones, hace ver que para Hollywood, cuando una mujer es la protagonista, debe haber una historia de amor por defecto.

Puede que haya sido pensado, pero que el personaje de Dementus tenga antecedentes casi idénticos a los de Max hace que carezca de originalidad, así como el tono cómico que le dieron a este lo vuelve un villano que no es tan temible, a pesar de saber que bajo su fachada cómica hay un ser sádico capaz de hacer todo tipo de atrocidad. El que los dos personajes principales aparezcan en forma hasta que la película se acerca a la hora de duración tampoco ayuda a que el público quede prendado de ellos y la trama, aunque esto dependerá de cada espectador.

Y hablando de los personajes y sus intérpretes, a pesar de contar con un trabajo coral por demás atinado y talentoso, son únicamente Taylor-Joy y Hemsworth los que tienen un verdadero peso y algo desarrollo, sobre todo en el caso de ella, ya que cuando lo conocemos a él es poco el cambio que se da para el final y su estilo de actuación pareciera haber sido retomado de las cintas de Thor, con alguna droga mezclada en su café. Ambos dan lo mejor que pueden, sobre todo ella nuevamente, que la verdad sea dicha, es mucho mejor actriz que él. Anya se transforma en Furiosa, aunque la comparación termine acabándola, sin que eso le quite el valor a su actuación; desde la joven frágil al inicio, hasta el punto en que la vemos poco tiempo antes de tomar el volante como conductora principal y unir ambas tramas, la actriz demuestra que es una todo terreno que puede con todo tipo de personajes. 

Furiosa no se volverá un referente cultural como otras de la franquicia y posiblemente sea olvidada en poco tiempo, salvo que el formato casero la rescate y la posicione en el sitio que debía tener desde el principio, lo cual es triste tomando en cuenta que es mucho mejor película que algunos éxitos de este año. Hasta el momento su máximo logro es haberse vuelto el fracaso económico de la primera mitad del año, lo que es mucho decir en un mar de descalabros. Sea como sea, la gente debió darle a esta y otras películas una oportunidad, ya que si las cosas siguen de esta manera, para el cine se vislumbra un futuro tan muerto y devastado como el mundo que se retrata en la película.

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