The Marvels (2024)
En medio de una semana en la que Bob Iger, CEO de Disney, ha aceptado los fracasos de la compañía en todas sus ramas, dejando en claro que está consciente de que el aumento en cantidad y la baja en calidad de sus productos es una de las causas de estos; más el anuncio de Marvel Spotlight, una marca que contará historias independientes del MCU, para contrarrestar el evidente cansancio del público; sumado a las negociaciones del estudio para que sus producciones sean reproducidas en otros servicios de streaming, cosa que hasta hace un par de años hubiera parecido impensable; más la avalancha de odio por un amplio sector para la actriz Brie Larson; junto a la revelación de que la directora Nia DaCosta abandonó por compromisos laborales la fase de postproducción de la cinta; ha visto la luz el, posiblemente ya sabido por todos, peor estreno económico en la historia de Marvel Studios, The Marvels. ¿Merecía la película este rechazo generalizado de la audiencia y los comentarios negativos que muchos realizaron, incluso antes de verla? No, la respuesta simple y tajante es no.
Partiendo desde un punto que ya he mencionado antes, no todo el cine está diseñado con el mismo fin y aspiraciones. Existen cintas que buscan profundizar en las historias que cuentan y con guiones más elaborados; por otro lado están las que solo buscan entretener, hacernos pasar un rato divertido y ya. The Marvels se encuentra dentro de este segundo grupo, pero ha sido juzgada y atacada como si fuera del primero, habiendo fallado en su intento de crear la obra cumbre del cine de superhéroes que el mundo entero estaba esperando. Dejando esto en claro, continúo.
Esta cinta carga por un lado con algo que ha venido mermando el éxito de las cintas de Marvel de un tiempo a la fecha, que es el de tener que ver cada una de las producciones del estudio para estar al tanto de la historia en turno que nos presentan; por otro, todo el movimiento en contra de Disney por la supuesta “agenda woke” que manejan, pensamiento que ha provocado un rechazo generalizado por el público desde el anuncio mismo de algunos proyectos; por último, es una cinta estelarizada por mujeres, algo que, nos guste o no, aceptemos o no, sigue pesando al momento de que el público masculino selecciona que película ver.
El primero de estos aspectos nos lleva a la trama misma, la cual en esta ocasión nos obliga (por decirlo de alguna forma, ya que nadie nos pone una pistola en la cabeza para ver las 75869 producciones de Marvel, en todos los medios, como si fuéramos parte de una secta enajenada) a ver por lo menos tres de sus productos previos: Captain Marvel (2019), así como dos de sus miniseries, la magnífica WandaVisión (2021) y la, digamos divisiva, Ms. Marvel (2022). En caso personal no vi nunca la tercera mencionada y pude entender y disfrutar la cinta sin problema, pero supongo hay fanáticos verdaderos que si han seguido todas las historias, así como público que necesita la información completa. Pero volviendo al punto, las protagonistas en este caso son Carol Danvers (Brie Larson) de la primera, Monica Rambeau (Teyonah Parris) de la segunda y Kamala Khan (Iman Vellani) de la tercera, quienes se ven obligadas a trabajar en conjunto debido a una anomalía que las afecta a todas por compartir ciertas características en sus poderes. Las tres deberán enfrentar no sólo a la villana en turno, una Kree de nombre Dar-Benn (Zawe Ashton), quien ha asumido el liderazgo de su raza, buscando venganza contra una de las protagonistas; sino que tendrán que afrontar traumas enraizados, rencores del pasado, las responsabilidades de la vida adulta en el caso de la más joven y, sobre todo, aprender a trabajar en equipo después de haber pasado la mayoría del tiempo haciéndolo en solitario.
Suena a una trama sencilla y lo es, se sabes que no estamos por contemplar una adaptación de alguna obra de Dostoyevski, lo cual se sabía desde el trailer y no es algo malo si se entiende que fue diseñada desde este ángulo, con el humor simple que caracteriza a las cintas de Marvel, aunque en este producto por momentos raye en lo infantil. La película es entretenida, tiene momentos por demás divertidos y tiene una duración que la hace llevadera. Por el lado de las actrices, aunque es Iman Vellani y los que interpretan a su familia quienes roban la atención y tienen los momentos más hilarantes, las tres logran una química en pantalla pocas veces vista, ya que pasan de la comedia, al drama, a la acción, con la misma facilidad que sus personajes saltan de un lugar a otro (algo que debe verse para entender de que hablo). El montaje técnico (más no el narrativo) está muy bien logrado, ya que para esos saltos que se dan es necesaria demasiada precisión. Una cinta dinámica que cumple como un producto menor de la franquicia y que si vas sin expectativas te hará reír lo suficiente para encariñarte con los personajes.
Pero claro que no todo es bueno y maravilloso, por más que el tono sea mucho más relajado que en otras producciones, ya que aquí se notan las oportunidades perdidas en varios momentos, mismos que son resueltos de forma tan precipitada y abrupta que apenas comienzan cuando ya han finalizado. Los conflictos entre Carol y Monica apenas han empezado a hablarse cuando pareciera que nunca han estado ahí, por citar un ejemplo. Esto se debe posiblemente a la ausencia de la directora en la recta final, lo que nos deja con un montaje (el narrativo que mencioné) que pareciera que fue pensado para acortar la cinta lo más posible, sin importar el daño que esto pudiera causarle al guión; consecuencia, tal vez, de la poca confianza que el estudio tenía en la cinta, ya que posiblemente venían esperando el fracaso monumental de esta, después de todo lo que han vivido en el año.
Caso aparte son los aspectos técnicos, que si bien no son desastrosos, tampoco son memorables. En la cinta nos muestran algunas culturas alienígenas, cuyas creaciones son vistosas y elaboradas, así como sus vestuarios y diseño de arte pero, por la duración ya mencionada, aparecen tan poco en pantalla y sus conflictos, así como la solución de estos, no tiene el tiempo suficiente en el metraje para que luzcan lo suficiente. Todo lo referente al planeta Aladna, aunque divertido, se siente desperdiciado por la poca profundización que se le dio. Por el lado de los efectos visuales, la cinta comienza bien, pareciendo que han logrado sortear ese obstáculo, pero para el tercer acto estos comienzan su descenso en calidad con un CGI más que dudoso, aunque esto no lastre la efectividad de una secuencia protagonizada por una manada de gatitos bebés, acompañados de la canción Memory del musical Cats (la parte que más me hizo reír de toda la película).
Al inició mencioné tres puntos en contra de la cinta y sólo he tocado el primero, lo que nos deja dos que van de la mano. En esta película, dirigida por una mujer (impactante, lo sé) hay inclusión (no, no es forzada) ya que es protagonizada por tres mujeres (dios mío que blasfemia), de tres étnicas diferentes (aberrante, por favor basta), con una villana femenina (atrocidad total), y las protagonistas logran llevarse bien y hacer funcionar las cosas sin pelear entre ellas por poder o cualquier otra situación (¿a quién se le ocurrió semejante monstruosidad?), sin ningún hombre que aparezca en pantalla que despierte un interés amoroso en ellas (lo sé, resistan, no desmayen) ¿Cómo es posible que a Marvel/Disney se le haya ocurrido eso?, incluyendo los cameos que no tienen a ningún héroe hinchado de anabólicos para salvar esta historia tan femenina, porque esa es la palabra, femenina, no feminista, no propagandística, no woke, como tanto insisten las masas en catalogar todo lo que ahora se produce.
Lo que ha ocurrido con The Marvels sí tiene que ver con la fatiga, con una baja de calidad y saturación de mercado; pero también demuestra que cuando la sociedad se enfoca en contra de algo, no hay discurso que sirva para eliminar ese odio irracional. Películas como esta hay muchas, incluso si nos enfocamos en el género al que pertenece, algunas mejores y otras peores, pero para nada es la abominación que las masas se han esmerado en decir que es, aunque ni siquiera le hayan dado la oportunidad. Una producción sencilla, que incluso vale la pena más que otras del estudio que en su momento rompieron la taquilla. Pudo más el odio generalizado, la estigmatización de un estudio, los comentarios negativos sobre su actriz, los rumores y todo lo que ha rodeado a Disney de un tiempo para acá. Triste que en este caso no se mereciera semejante rechazo.