Cristina Rivera Garza aborda la historia y la narrativa del algodón en México

El cultivo del algodón fue un símbolo de poder económico en todo el norte de México, especialmente en la Comarca Lagunera, desde finales del siglo XIX, hasta que, por problemas como la sequía y otros factores se agotó esta forma de supervivencia para miles de campesinos.

Por eso cobra importancia el libro “Autobiografía del algodón”, presentado ayer domingo por la reconocida escritora Cristina Rivera Garza, con los comentarios del historiador Carlos Castañón Cuadros, en la galería del Teatro Isauro Martíenz. Fue una extensión de la Feria Internacional del libro de Coahuila en Torreón.

Sobre el libro, que reúne una copiosa investigación y anécdotas familiares de la autora, Castañón comentó que en el texto ella “no escatima en detalles y sentimientos” y que utiliza el mejor recurso que tiene es su pluma, pues posee una narrativa de alta calidad.

En el libro aparecen pasajes de La Laguna, Tamaulipas y Nuevo León.

“Van a encontrar una autobiografía escrita de manera sencilla, clara, profunda, emotiva”, señaló.

Cristina, narradora e historiadora, por su parte reveló que el texto habla sobre Estación Camarón, hoy pueblo fantasma y su relación con este cultivo. Dijo que es un libro que va de lo social a lo personal, que detalla también el enorme y terrible trabajo de recoger el algodón. 

Para este libro la autora trató de seguir muy de cerca la historia migrante de sus abuelos paternos y maternos, porque sus vidas estuvieron entretejidas por el algodón.

El lector se encontrará con “historias de drama, de mucho sufrimiento…ciclos de sequía, muertes de familiares, condiciones de gran precariedad”. Además compartió que uno de los personjes presentes en el libro es el escritor José Revueltas.

La escritora presentó también durante la FIL Coahuila en Arteaga, su reciente novela “El invencible verano de Liliana”, que narra el feminicidio de su hermana.

LA AUTORA

Cristina Rivera Garza nació en la frontera noreste de México (Matamoros, 1964) y desde entonces ha repartido sus lugares de residencia entre la República Mexicana y Estados Unidos. Doctora en Historia Latinoamericana, ha sido profesora de varias universidades en ambos países. Ha obtenido los galardones mexicanos más prestigiosos y otros de relevancia internacional, como el Premio Nacional de Novela José Rubén Romero 1997, el Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2001, el Premio Nacional de Cuento Juan Vicente Melo 2001 y el Premio Internacional Anna Seghers 2005.

Recientemente obtuvo el Premio Iberoamericano de letras José Donoso.