Black Adam 2022
En agosto pasado, debido a la fusión de Warner Bros, propiedad de AT&T, con el grupo Discovery, una serie de cambios y reestructuraciones se hicieron públicas, provocando dudas sobre el futuro del Universo extendido de DC. La cancelación de la película exclusiva para HBO Max, casi terminada, Batgirl, así como los retrasos en el calendario de estrenos de Shazam! Fury of the Gods, The Flash y Aquaman and the Lost Kingdom, para el año 2023, hicieron dudar de la calidad de estas, así como de la posibilidad de verlas algún día en la pantalla.
De todas las cintas que se habían anunciado previamente, la que menos cambios sufrió, fue de la que escribo en esta ocasión, Black Adam, ya que su fecha había sido aplazada previamente, tanto por los retrasos por la última ola de COVID 19, como por los ajustes corporativos antes mencionados. Entonces, de su estreno programado para el 19 de junio, pasó al 21 de octubre de 2021, fecha en la que pudimos verla proyectada y entendimos la razón de mantener este producto sin demasiado movimiento dentro de la estructura de su plan de negocios. Porque puede que el peso del nombre Dwayne Johnson (quien siempre se consideró como opción dentro del DCU, pero se dudó entre si interpretaría a Shazam o Black Adam, optando por el segundo) y su arrastre en taquilla haya tenido peso al momento de planear el estreno, pero una vez vista la cinta es evidente que hay una razón para presentarla antes del resto y que los fanáticos de DC pueden estar tranquilos, ya que resulta evidente que las demás verán la luz tarde o temprano, aunque de eso hablaré más adelante.
Originalmente pensado como el villano principal de la cinta ¡Shazam! (2019), para luego intentar presentarlo en The Suicide Squad (2021), como el arma secreta que el escuadrón debía investigar y detener, se decidió al final darle su propia película, debido al peso del protagonista. Para los que no lo sepan, Black Adam es un villano de DC, archienemigo de la Familia Shazam, aunque a través del tiempo el personaje ha sufrido algunos cambios, volviéndolo antihéroe, que es la faceta por la que se optó para definir al personaje en esta ocasión.
La línea argumental por la que se decidió nos lleva al ficticio país de Khandaq, donde se cuentan las leyendas de un guerrero que venció, en el año 2600 a.c., al tiránico rey Ahk-Ton en su intento por portar la corona de Sabbac, la cual le brindaría el poder dado por demonios para volverse casi invencible. En dicha leyenda, los mismos dioses que le brindaron sus poderes a Shazam, vieron en un joven esclavo a un posible héroe que ayudaría a liberar a su pueblo, cuestión que sucedió en su momento y la razón del nacimiento de la leyenda de Teth-Adam, como se le conocía originalmente.
La historia pasa a la actualidad, donde una mujer de nombre Adrianna (Sarah Shahi), quien junto a su hermano Karim (Mohammed Amer), su hijo Amon (Bodhi Sabongui) y su amigo Ishmael (Marwan Kenzari), buscan la corona de Sabbac, sin mucha explicación sobre sus motivos, mientras se mantienen ocultos de la empresa de corte militar Intergang, quienes controlan el país y al parecer también buscan la joya. Al infiltrarse en unas ruinas arqueológicas, el grupo logra encontrar lo que buscan, sólo para ser emboscados por sicarios de la compañía, aunque logran salir ilesos una vez que Adrianna recita un hechizo que está tallado en el piso, invocando a Black Adam, quien había permanecido dormido durante 5 mil años. Desde el instante que aparece, el poder del personaje se hace evidente, al deshacerse de los villanos en segundos. Después de dicho enfrentamiento, los sobrevivientes son testigos de cómo su supuesto héroe dista mucho de las narraciones que han escuchado, ya que a este no le interesa en lo más mínimo ayudarlos a liberar el país o a realizar cualquier clase de acto por el bien de los demás. Tan sólo Amon ve en el personaje la posibilidad de libertad y la capacidad de este para hacer el bien, por lo que busca acercarse a Black Adam para mostrarle lo que puede hacer por los demás.
Paralela a la historia de redención del otrora villano, se abre otra línea argumental, que sirve para presentarnos a Sociedad de la Justicia de América, algo así como una Liga de la Justicia en versión más pequeña y menos espectacular, a la que acude Amanda Waller (Viola Davies), para que busquen al recién despertado antihéroe, ya que ellos poseen información sobre lo que en realidad sucedió en su enfrentamiento con el rey, los motivos de haber permanecido dormido tanto tiempo, y la razón por la que es apremiante contener a dicho personaje. Dentro de los personajes que confirman la agrupación se encuentran Hawkman (Aldis Hodge), Dr. Fate (Pierce Brosnan), Atom Smasher (Noah Centineo) y Cyclone (Quintessa Swindell).
Como es de esperarse, los primeros encuentros entre Black Adam y el grupo de justicieros son tensos, con enfrentamientos que van dejando caos y destrucción a su paso, mientras hacen notar la superioridad en poder del protagonista; pero conforme avanzan los minutos, todos los relacionados comienzan a entender que deben trabajar en conjunto si quieren detener a un mal mayor que sus diferencias, al mismo tiempo que el pasado de Black Adam se va revelando al espectador.
La trama parece sencilla y la verdad es que lo es, esta no es una historia con mucho contenido implícito para desentrañar bajo diferentes niveles en el guión; es simple entretenimiento y ya. Ahora, ¿es Black Adam una buena película? No, no lo es, ya que posiblemente estemos ante una de las peores cintas del DCU, lo cual es bastante difícil de lograr porque muchas de estas producciones no han sido conocidas por su calidad. ¿Esto en realidad importa? No. Si entramos a cualquier portal de esos donde se hacen consensos críticos sobre cine, podemos notar que la critica ha sido despiadada y brutal, pero que al público le ha gustado, que a fin de cuentas es lo que importa para un producto comercial. Si, claro, se hubiera agradecido un poco más de ingenio o congruencia, ya que, sobre todo en la recta final, pareciera que el director, Jaume Collet-Serra (responsable no de una, sino 4 de las cintas de Liam Neeson que son todas idénticas), hubiera dejado que los actores se dirigieran solos, logrando secuencias de humor involuntario, sobre todo en lo referente a la sublevación de los pobladores de Khandaq contra el mal que se ha despertado y pone en peligro su país, situación que llega a provocar un poco de pena ajena en cuanto a diálogos e interpretaciones, así como momentos en que decae un poco el ritmo y pueden llegar a aburrir, aunque son los mínimos.
Aun con los fallos narrativos que la cinta tiene, que son bastantes, los personajes logran por momentos elevar un poco el nivel. Esto, no tanto por que brinden grandes interpretaciones, pero Dwayne Johnson, Aldis Hodge, Noah Centineo y Sarah Shahi lo hacen muy bien, sobre todo el primero, quien sabe el estatus que posee y aprovecha sus ya conocidos gestos, sonrisas y magnetismo para asegurarse de que su poder de estrella quede intacto y el público lo adore; aunque, si hay alguien que emociona ver enfundado en su traje de superhéroe es Pierce Brosnan, quien llega a robarse algunas escenas con el simple hecho de aparecer en ellas. Habrá que ver que hacen con estos personajes en un futuro, ya que resulta obvio que esta es una cinta para presentarlos.
Y este es precisamente el verdadero aspecto importante y punto fuerte de la cinta, la cual puede que no funcione bien como producto independiente o como historia de origen, pero resulta en extremo funcional como la pieza clave del rompecabezas caótico que Warner Bros ha intentado arreglar desde que su DCU se descarriló. El trabajo principal de esta historia es servir como el eslabón que unirá al resto, cosa que se hace evidente desde que el personaje de Amanda Waller aparece en pantalla, indicándonos que ella será la Nick Fury de DC, enlazando las historias de todos los personajes. No es gratuita su presencia o que se haya utilizado esta película para mostrarnos a otros superhéroes, así como la escena post créditos de la que todo mundo está hablando (que la verdad sea dicha, es mejor que toda la cinta completa) y que nos grita que todo está bien, todo está tomando forma y lo que los fanáticos han querido desde el principio por fin se les va a dar.
Black Adam no es una gran película, ni será recordada con apasionamiento por los fanáticos, pero cumple como el producto comercial de gran presupuesto que es. Dos horas de entretenimiento simple, efectos especiales bien realizados, momentos de humor y grandes dosis de acción. Los rumores sobre la presencia del personaje en otras cintas de este universo cada vez toman más fuerza, porque lo que habrá que esperar para saber que rumbo deciden para él. Sólo nos queda esperar al estreno de las demás películas de la compañía para ver si, tal cual sucedió con The Suicide Squad, la calidad aumenta o si dicha cinta fue un caso aislado y DC vivirá a la sombra de Marvel como hasta el momento. En mi caso, me quedo con la emoción de la escena post créditos, que por lo menos en mí, provocó emoción y esperanzas para el futuro de estos personajes. Tendremos que esperar al 2023 para disipar estas dudas.