“El reto es que los chicos tomen un libro, lo adopten y lo recomienden”
Antonio Malplica, autor de novelas infantiles y juveniles, quien ha sido galardonado con diversos premios, tiene una mirada optimista hacia los jóvenes y la lectura. Afirma que un libro no tiene porqué competir con Netflix o las consolas de video juegos, pero confía que en la lectura tomará un lugar importante en sus vidas, porque a los chicos hay que habalarles de frente, de una forma divertida y sin tanta solemnidad.
Este año el autor ha publicado “Frankie. Una novela con monstruos y panqueques” en el sello editorial de Océano y la colección Gran Travesía. Es una novela de largo aliento para público juvenil, aunque puede ser disfrutada por lectores de cualquier edad. Se trata de retelling de “Frankestein” de Mary Shelley.
A unos días de la presentación de su novela en la Feria Internacional del libro de Guadalajara, el autor conversó con La Vereda:
¿Por qué elegiste a Frankenstein para este retelling?
Últimamente me ha dado por hacer homenajes de libros o de autores que aprecio, que admiro, es una de esas obras que nos ha marcado a varios, es una ocurrencia, hecha desde el cariño y el respeto de trabajar estrictamente la misma trama, pero con un distinto tono, humorístico. Literalmente quise hacer una especie de parodia, tratando de respetar por completo el argumento, porque el hilo conductor es que el personaje se percata de su propia condición de personaje, a raíz de una especie de revelación de cómo tiene que conducir su propia vida, trata de ajustarse a la trama de su propia novela, las cosas no salen como tienen que salir. Empieza a detonarse el humorismo.
¿Se puede atraer a los jóvenes a los clásicos de la literatura universal de esta forma?
Yo creo que Frankenstein se basta a si misma, es una de esas novelas que están súper aceptadas en el mundo de las letras, para nuestra buena fortuna se encuentra en todos lados, en todos los idiomas. Es un libro que ha envejecido bastante bien, ya tiene sus 200 años, como tal el clásico no necesita empujón, pero vale la pena sacar a los personajes a pasear, la trama es bastante conocida, es hacer un trabajo humorístico, es más como dar una visión especial, cambiar la perspectiva, justo que el lector se pase un buen rato, haciendo un balance, de la novela original.
¿Para qué edad recomiendas esta lectura?
Para adolescentes hacia arriba, eso no obsta para que lo agarre un chavito, la edad hipotética es como de 14 años en adelante. Es más por la narrativa, ciertas ideas que a lo mejor es más fácil asimilar con cierta edad. Es fácilmente un libro para todo público, con ilustraciones muy amenas. Nada solemne, mas tirándole a encantar por los personajes que son un poco disparatados.
¿Cuál sería el reto principal de escribir para público juvenil?
No hay una fórmula, porque si no todos la estaríamos aplicando. No hay una receta, el gran reto es que los chicos tomen el libro, lo adopten, lo recomienden. Uno le apuesta a que ocurra esto. Son los chavos los que hacen que la literatura les corresponda, ha ocurrido con Julio Verne. En mi caso trato de aproximarme al lector con novelas de este tipo, con narrativa ágil, divertida. Al final son los chavos los que deciden, cuando ocurre me siento muy honrado. Trato de escribir de la manera mas honesta posible. Que carezca de solemnidad, hablarles de frente. No todos los libros son cliché de la juventud, romance, problemas de identidad. Es como Drácula, son libros al alcance de los chavos, es tomar prestada esa novela, hacer un divertimento en el que yo espero participe todo mundo.
¿Cuál sido la respuesta en tus novelas anteriores para público juvenil?
Tengo libros que se han mantenido a lo largo de los años, eso me llena mucho el corazón, hay una preferencia lectora, entusiasmo, hay unos que se venden más otros menos. En general les va bien. Es un albur, yo trato de escribir muy del corazón, no soltar ningún texto que no sienta que puede cautivar.
¿No es difícil competir con Netflix, las consolas, los celulares?
Hay que empezar a no ver este tipo de aficiones como obstáculos en la lectura, soy muy entusiasta de la posibilidad de que poco a poco estas formas de entretenimiento encuentren su lugar: ellos pueden jugar videojuegos, ver una serie, tomar un libro, leer dos tres capítulos, luego irse a merendar. Encontrar un libro que sustraiga al muchacho de los videojuegos es difícil, casi imposible. No es labor del libro, lo importante es que se den cuenta que nada suple a la lectura, como nada suple a una buena película, o una buena partida… uno como escritor trata de atraparlos, no ponerte muy solemne. Tratar de ofrecerles historias, personajes, narrativas que los atrapen.
Es una gran bienvenida a tu novela asistir a la FIL de Guadalajara ¿Qué opinas de esta feria editorial?
Es tremendo que además se pueda hacer de forma presencial nuevamente, el año pasado estuvo virtual, uno siente que cuando va a la FIL, es como tocar base, es como lo máximo que le puede pasar a un libro. Está muy bien que todos corramos para allá, que le demos importancia a esta fiesta de las letras, la verdad es que me pone muy feliz que se vaya a presentar…pararse ahí es una suerte de triunfo. Agradezco a Océano, a la FIL que se hayan aventado. Ojalá que todo se lleve muy bien con los protocolos necesarios.