Guerra Mundial Z

(World War Z, 2013)

El magnético Brad Pitt comanda la acción en esta historia futurista, en la que la Z se refiere a los siempre temidos y architaquilleros zombies.

Como científico, ex trabajador de Naciones Unidas, Gerry se involucra en la búsqueda de la solución de una extraña enfermedad que provoca que las personas queden muertas en vida después de que otras, con la misma condición, las lesionen con tarascadas.

La premisa es siempre la misma y las formas de contagio se repiten aquí, al igual que en otras historias de zombis. Lo mejor es que en esta versión de Marc Foster hay un gran presupuesto que lo hace viajar por varios países, tratando de remediar esta situación que hace que estos occisos horripilantes y cafeinados se conviertan en una plaga violenta que termine por arrasar el planeta.

Aunque hay una gran exhibición de sangre, la película pasó los rigores de la censura, que tradicionalmente se muestran rígidos en estos temas, por la carga cruenta que llevan, por lo que pudo hacerse accesible a un público infantil y juvenil que vio una emocionante exhibición de suspenso, terror y drama, con una excelente hechura.

Tiene una gran escena de un ataque zombi en un avión, que se va a pique con resultados insospechados.

Es muy entretenida.

(PG-13. Orientación de los padres a menores de 13 años)

Netflix

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