Lancelot, el Primer Caballero
(First Knight, 1995)
En su etapa de héroe de acción, Richard Gere hace un singular retrato de Lancelot, un don nadie, convertido en el tipo más afortunado del mundo: le pone el cuerno al rey Arturo con su bella y joven dama y, lejos de ser castigado con decapitación por el atrevimiento, se convierte en el favorito de la corte.
Aunque hay algunas pifias en la lógica, la reinterpretación de las aventuras del Rey Arturo Jerry Zucker hace una película muy entretenida con un supercasting.
Gere tiene el pelo sedoso, pelea con soberbio estilo, blande la espada con gracia y camina en el campo de batalla como si anduviera en una pasarela. Sean Connery, por su parte, aunque se ve como un soberano enérgico, no pasa de ser un pobre burlado que, sin embargo, se traga la afrenta en el nombre del buen funcionamiento del país. Y Julia Ormond, la dulce Guinevere, pues parece que tiene una debilidad marcada por los guapos maduros y también jóvenes.
La película es bastante emocionante. El relato de caballeros de la mesa redonda es muy bien recreado y aunque se presenta como cine de matiné, alejada de los hechos históricos del célebre Camelot, no deja tener su encanto, porque entretiene con espectaculares secuencias de combate.
(PG-13. Orientación de los padres a menores de 13 años)
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